Lecciones de Vida y Liderazgo: Lo Que Aprendí en el Deporte y Fuera de Él. Por Miguel Llorente.

En este correo con un asunto lamentable, no voy a contarte la típica historia de superación.

No.

Pero sí que quiero compartir contigo dos ideas clave que aprendí a lo largo de mi carrera como entrenador y un mensaje final. Son lecciones que, aunque simples, tienen una aplicación directa en el liderazgo deportivo y en la formación para entrenadores.

Idea 1

Tanto trabajar limpiando baños como trabajar en el Barça es duro, pero a la vez maravilloso. Te enfrentas a situaciones difíciles en ambos casos. Tanto si limpias el desastre de 67 alemanes y 78 inglesas, como si diriges un equipo de campeonas del mundo, te vas a encontrar con dificultades.

En ambos mundos conoces personas increíbles y otras con las que preferirías no cruzarte. Aprendes rápidamente que tanto el éxito como el fracaso son inseparables, y que ambos enseñan lecciones valiosas que puedes aplicar tanto en tu vida personal como profesional. Como siempre digo en mis programas de formación en liderazgo deportivo, el fracaso no es el fin, sino una oportunidad de aprendizaje para entrenadores y jugadores.

Idea 2

Si limpiar el pis de decenas de personas o ganar ligas con equipos campeones cambia quién eres como persona, entonces hay algo mal. Ser un buen entrenador no solo implica ganar partidos, sino mantener la integridad y la coherencia con tus creencias y valores, independientemente de lo que ocurra a tu alrededor.

Tu manera de ser, actuar y en definitiva, de vivir, debería ser el resultado de tus creencias internas y de tu actitud ante la vida, no de lo que suceda fuera. Tanto si lo que experimentas es bueno o malo, tu enfoque debería permanecer estable, porque si cambias con cada golpe de viento, el único perjudicado a largo plazo serás tú.

La vida es dura. Tanto si limpias baños como si ganas ligas, muchas veces las cosas no dependen de ti. Acepta lo que venga y sigue adelante. Mantén tu enfoque, sigue tus valores y no te dejes llevar por las circunstancias. Esto es algo que siempre comparto en mis sesiones de coaching deportivo: el verdadero liderazgo no se trata de ganar o perder, sino de cómo enfrentas los desafíos y cómo mantienes tu rumbo en medio de las dificultades.

Ya sea que estés limpiando baños o ganando títulos, la clave está en cómo manejas las situaciones y mantienes tu esencia. Un líder deportivo no cambia con el viento. Miguel Llorente te recuerda que lo más importante en tu camino como entrenador es aprender de todas las experiencias, mantenerte fiel a ti mismo y seguir adelante, independientemente de lo que suceda. Porque al final, el verdadero éxito radica en la constancia y la actitud interior.